Pequeño, pero intenso tour por tierras andaluzas

En diciembre del pasado 2016, algunas integrantes de la Tuna Femenina del Distrito de La Laguna, decidieron emprender una aventura por tierras de Andalucía, que han querido dejar por escrito:

«Despegamos  rumbo a Málaga y, cuando llegamos, a la 1 de la mañana, partimos rumbo a a Granada. Cuando salió el sol visitamos el entorno de la catedral de Granada, viendo los distintos monumentos, las plazas… donde además de disfrutar de la belleza arquitectónica del lugar, pudimos también parchear con nuestro «perfecto inglés», y sentarnos en una terraza a tocar y a cantar.  Topillo (Tuna de Atarfe) y su familia nos invitaron muy amablemente a su casa para almorzar, y tan a gustito estábamos al lado de la lumbre comiendo, hablando, tocando y cantando, que se convirtió también en una merienda, y casi en una cena, si no fuera porque habíamos quedado con algunas integrantes de la Tuna Femenina de Granada para cenar.
Al día siguiente fuimos a ver lo más bonito de Granada con un guía experto en la zona. El maravilloso mirador de San Nicolás, pasando por El Camino de Los Tristes para llegar al centro, donde, por cierto, comimos espectacularmente en el K-ito. Después, nos fuimos a Sevilla para disfrutar de la noche de la Inmaculada, donde quedamos encantadas con el ambiente tunil de la ofrenda a la virgen, y de la fiesta en la calle y los diferentes bares. La riqueza cultural que nos ha brindado este pequeño viaje, ha sido una de las mejores cosas que nos llevamos de él.
El jueves llegaron otras compañeras de la tuna a pasar un largo fin de semana por Sevilla. Pasamos el jueves y el viernes en Sevilla, recorriéndonos sus calles, probando sus bares y como siempre, llenos de entusiasmo cantando y tocando.
El sábado, almorzamos con tunos de Jerez y medicina de Sevilla, y nos fuimos a Palma del Río donde la Tuna Palmeña nos tenía un alojamiento espectacular, y como siempre nos acogieron con gran entusiasmo y cariño. Por la noche estuvimos cenando, y después nos fuimos de copas, Y… Claro, ¿cómo no?, nunca puede faltar el ramito de violeta con sus golpes en la mesa. ¡Una noche fantástica e inolvidable!
¡Muchísimas gracias a Pitingo, Giroscopio, Topillo, Enrique de la Tuna de Medicina de Sevilla y a la Tuna Palmeña de Palma del Río por el recibimiento, la amabilidad, la hospitalidad y el cariño que nos mostraron!
Fue inolvidable esa experiencia que nos colmó de riqueza cultural.